Alameda Rooftop

Ventajas de reservar en nuestra web

Alameda Rooftop

Bienvenidos a un espacio diseñado por la luz y por el mar.

De día, un solárium exclusivo para nuestros huéspedes

Durante el día, Alameda Rooftop se transforma en un solárium exclusivo para nuestros huéspedes. Ubicado en la octava planta del Hotel Alameda, este oasis de calma ofrece tumbonas confortables y vistas panorámicas de 360º al Mediterráneo, la ciudad y las montañas, convirtiéndolo en el lugar perfecto para relajarse bajo el sol o disfrutar de lecturas al aire libre mientras el mar se extiende ante ti. También disponemos de una ducha exterior, perfecta para refrescarte en cualquier momento del día o a la vuelta de la playa.

Al atardecer, cócteles y vistas al skyline

A escasos metros de Levante y Poniente, nuestro rooftop ofrece una experiencia única en Benidorm. Cuando el sol comienza a descender, la atmósfera cambia. Nuestra coctelería abre sus puertas para que degustes una copa al aire libre, envuelto en los tonos dorados del atardecer y contemplando el skyline de la ciudad. Por las tardes, el acceso se abre también al público general, para que todos puedan disfrutar de este rincón especial entre el cielo y el mar, accediendo cómodamente por ascensor, desde la recepción hasta la última planta.

Noche de música y ambiente

Los viernes y sábados, subimos el nivel con sesiones de DJ en directo. Nuestra terraza se llena de música selecta que acompaña el final del día, convirtiéndo este espacio en un punto de encuentro ideal para compartir momentos en buena compañía, con el Mediterráneo como telón de fondo y un ambiente cuidado y elegante.

Un lugar único en Benidorm

Situado en pleno casco antiguo y a solo segundos del mar, Alameda Rooftop es mucho más que una terraza: es un refugio luminoso, un mirador privilegiado y un escenario mágico donde el día se convierte en noche, y la brisa marina se mezcla con risas, sabores y música para ofrecerte momentos inolvidables en Benidorm.

Horario sujeto a temporada y condiciones meteorológicas. Tampoco queremos que te mojes